15 años de tu ausencia

Quince años ya, que te llamó Ella, quince años recorriendo las veredas celestiales, quince años que tu cuerpo nos abandonó, aunque tu alma sigue encardinada en todas las personas que te conocimos y tuvimos el privilegio de hacer el camino contigo. Quince años no son nada y son una eternidad para quienes te llevamos presente en el día a día de esta larga peregrinación que es la vida. Quince años peregrinando con tu recuerdo. Quince años de un amigo peregrino, de un PEREGRINO ETERNO.

Texto, Peregrinos Virgen de la Cabeza